DEFINICIÓN
En general, una emulsión es una dispersión de dos elementos insolubles uno en el otro.
Existen diversos tipos de emulsificados que se usan cotidianamente, por ejemplo la
mayonesa, las pinturas, los tintes para el cabello y los helados. En cada caso están
involucrados ciertos procesos mecánicos y químicos que permiten la combinación de
dos o más materiales que no se mezclarían bajo condiciones normales. Más allá de la
complejidad química de las emulsiones asfálticas, lo importante es seleccionar la
emulsión correcta para el agregado y sistema constructivo utilizados.
Considerando esto, podemos definir una emulsión desde el punto de vista físicoquímico,
como una dispersión fina más o menos estabilizada de un liquido en otro, no
miscibles entre sí. La emulsión asfáltica es un producto conseguido por la dispersión de
una fase asfáltica en una base acuosa, donde las partículas quedan electrizadas, por lo
tanto los líquidos que la forman constituyen dos partes que se denominan:
- Fase dispersa o discontinua.
- Fase dispersante o continua.
Existen dos tipos de emulsiones según la concentración de cada una de estas fases: una
emulsión directa es aquella en que la fase hidrocarbonada está dispersa en la parte
acuosa; en la inversa, la fase acuosa esta dispersa en la parte hidrocarbonada. Las del
primer tipo son las que más se emplean en la industria caminera.
Es preferible el empleo de las emulsiones directas por su baja viscosidad a temperatura
ambiente, esto favorece el mojado, repartición y cohesión con el material pétreo.
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