Las limitaciones son las siguientes:
·
Variabilidad. Las ecuaciones
9.1 y 9.4 (de diseño) están basadas en tramos de pavimentos muy cortos, donde
la construcción y el control de calidad han sido excelentes (pistas AASHO). En
la realidad, con tramos más largos, la variabilidad en la construcción y
materiales será mucho mayor y como resultado aparecerán fallas localizadas aún
antes de alcanzar la serviciabilidad final. Esto se salva considerando niveles
de confiabilidad altos (mayores del 50%).
·
Limitación en materiales y
subrasantes. La fórmula de diseño fue probada y verificada con los materiales y
subrasante del AASHO Road Test. Para distintos materiales es de esperar otro
comportamiento del pavimento, pero
este inconveniente se salva usando valores de entrada apropiados.
·
Período de análisis muy
reducido para el Road Test. Los períodos de análisis o de vida útil en los
proyectos reales son mucho mayores que los analizados en el AASHO Road Test, y
en éste se pudieron analizar las fallas por efecto del tránsito, pero no las
debidas a efectos climáticos que tardan más tiempo en desarrollarse (por
ejemplo: corrosión de armaduras, levantamiento de juntas por congelamiento,
fisuras de durabilidad, reacciones álcali‑agregado). Por eso es de esperar que
los pavimentos construidos en zonas de clima riguroso duren menos de lo
previsto. En zonas de clima moderado, los pavimentos pueden llegar a durar más
de lo previsto.
·
Diseño de juntas. En el AASHO
Road Test sólo se usaron pavimentos con juntas con pasadores. La ausencia de
pasadores o el uso de otro dispositivo de transferencia de cargas pueden
cambiar notablemente la vida útil del pavimento. El tipo de base puede
modificar también la transferencia de cargas. Las recomendaciones para
considerar la transferencia de cargas a través del coeficiente J son poco
claras, motivo por el cual se debería limitar el uso de los valores extremos,
especialmente de los muy bajos.
·
Diseño de armaduras. El
cálculo de armaduras longitudinales en pavimentos de hormigón con juntas tiene
muchas simplificaciones. En primer lugar, se supone que la losa está totalmente libre, lo cual no es rigurosamente cierto.
Si hay una cierta restricción en una o más juntas, habrá un incremento en las
tensiones del acero que pueden provocar fluencia o rotura. Tampoco se tiene en
cuenta el efecto de corrosión de armaduras. Por último, el efecto de las cargas
repetidas del tránsito no está considerado en la determinación de las armaduras
longitudinales.