Las propiedades de una emulsión dependen notablemente del producto químico usado
como emulsificante. Dicho químico es un agente con actividad de superficie,
comúnmente llamado “surfactante”, que determina si la emulsión se clasificará como
aniónica, catiónica o no iónica. El emulsificante, también mantiene los glóbulos de
asfalto en suspensión estable y permite su rotura oportuna. El surfactante cambia la
tensión superficial en la interfase, es decir en el área de contacto entre los glóbulos de
asfalto y el agua. Hay gran disponibilidad de emulsificantes químicos. Deben
seleccionarse por su compatibilidad con el betún asfáltico usado.
Los emulsificantes aniónicos más frecuentemente usados son los ácidos grasos
derivados de la producción maderera, tales como aceites de tallos, resinas y ligninas. Los
emulsificantes aniónicos son saponificados (vueltos jabón) por reacción con hidróxidos
de sodio o potasio.
La mayoría de los emulsificantes catiónicos son aminas grasas (diaminas, imidazolinas y
amidoaminas). Las aminas son convertidas en jabón por reacción con un ácido,
generalmente clorhídrico. Otro tipo de agente emulsificante es la sal cuaternaria de
amonio, que se usa para producir emulsiones catiónicas.
En la mayor parte de los casos, el agente se combina con el agua antes de introducirlo en
el molino coloidal. En otros casos puede combinarse con el betún asfáltico antes de su
ingreso al molino.
A continuación se muestra una relación porcentual del contenido aproximado de los
distintos ingredientes que componen una emulsión asfáltica
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