En todo buen diseño de pavimentos
debe buscarse que la base, subbase y subrasante estén lo más protegidos de la
acción del agua. Hay tres formas de considerar el control o la reducción de los
problemas causados por el agua:
1. Sellar correctamente el pavimento y no permitir la entrada del
agua a las distintas capas. Para ello se debe:
·
Usar materiales apropiados y
técnicas especiales para sellado de juntas longitudinales, transversales y
fisuras.
·
Diseñar pavimentos con
membranas impermeables.
·
Usar capas de rodamiento,
bases, subbases y bermas impermeables.
·
Instalar drenes interceptores
para evitar la entrada de agua al paquete estructural.
2. Usar materiales que sean insensibles a la humedad y que no
provoquen daños relacionados con la humedad. Para ello se debe:
·
Usar materiales estabilizados
para capas granulares (estabilización con cemento o productos bituminosos).
·
Seleccionar materiales
granulares con bajo contenido de finos y baja plasticidad que puedan resistir
los efectos de la humedad.
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