Los pavimentos se dividen en flexibles y rígidos. El comportamiento de los mismos al aplicarles cargas es muy diferente, tal como puede verse en la figura 5.1.
En un pavimento rígido, debido a la consistencia de la superficie de
rodadura, se produce una buena distribución de las cargas, dando
como resultado tensiones muy bajas en la subrasante.
Lo contrario sucede en un pavimento flexible, la superficie de rodadura
al tener menos rigidez, se deforma más y se producen mayores
tensiones en la subrasante.
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